lunes, 14 de mayo de 2012


Maratón Madrid 2.012

¡Amanece que no es poco! Así rezaba una de la infaustas “obras” del cine español, ese que los de siempre se afanan en vanagloriar aunque no atraiga a las salas más que a ellos mismos y a unos pocos más que vaya Usted a saber sí no son los mismos que van varias veces… bueno dicho esto y aunque no tenga nada que ver con el contenido de este post, aprovecho siempre que puedo para reivindicar la calidad allá donde pudiere, y en el cine español queda mucho por hacer en esa materia  y no será por los actores y profesionales que lo forman… lo que pasa es que sí lo paga “papa estado”, parece que “el niño contribuyente” se ha de conformar con lo que le echen y eso ni debe ser así ni debe tolerarse que se haga con los paupérrimos fondos públicos.

A lo que iba… amanece sobre Madrid; Siempre es llamativo observar como los rayos de sol en primavera atizan el letargo de una gran urbe; poco acostumbrada a la quietud y donde el silencio rara vez emerge sobre la tiranía del caos. Los primeros viandantes, los que configuran la puesta de largo de semejante mole, todos ataviados por el tono del descanso, de miradas claras, ajenas al sin vivir que florecerá en una horas; caminan en busca de los aromas de la mañana, tras el primer café humeante y a buen seguro cautivados por los encantos de las clásicas y deliciosas porras de la tierra.

Llegamos a Recoletos, comienza a imponerse la marea multicolor que conforman los miles de sufridores que engalanados en unas complacientes zapatillas y cobijados bajo el abrigo de los sueños y de la ilusión, calientan los reticentes músculos que calibrarán el esfuerzo durante las próximas horas… música, aplausos, nervios, tensión e incluso paracaidistas que caen del cielo como lluvia de estrellas para bendecir desde las alturas el comienzo a una nueva y reformada edición de la maratón de Madrid.

Más de 10.000 almas comienzan a poblar las calles del anillo que forma el perímetro del tesón y de la constancia; del esfuerzo y las convicciones; de la fe en uno mismo y de la virtud del sacrificio como trono de la voluntad. Como siempre nos estamos solos; despierta la ciudad al trotar de los corredores y los gritos y palmas de ánimo nos acompañan por los recovecos de la insensatez, ni las cuestas, ni el calor, ni el cansancio desvanecedor, ni el colapso físico pueden con la fe en uno mismo ni con el reinado de la confianza.

Llega la puerta del Retiro, se abre el alma de par en par para recibir los últimos suspiros y gritos de apoyo; desaparece el dolor y emerge el sabor de la satisfacción, de éxito, de la confirmación, del trabajo, del compromiso, de los sueños cumplidos, de la solidaridad, de la igualdad y equidad con que el sufrimiento nos trata a todos cuando no distingue de razas ni patrimonios… llega la meta, mirada al cielo, un beso para agradecer su eterna presencia y sumamos la decimonovena.

domingo, 13 de mayo de 2012


Final Euro League Bucarest 2.012


Aeropuerto de Madrid Barajas, 2.30 am terminal internacional que empieza a teñirse de rojiblanco… llegan a puñados los colchoneros que han sacado igual que nosotros un billete para la gloria. No cabe otro equipaje que la ilusión; nunca salieron aviones con las bodegas tan vacías, todo el sobrepeso está en el alma de los que a esas horas soñamos con convalidar los sentimientos con la historia.
En el cartel que reza en nuestro corazón se puede leer que no se precisa que nos comprendan, no se requiere la doctrina de la razón para declinar las emociones que acompañan nuestros sueños; no hay juicios válidos ni tesis que puedan formatear nuestro compromiso ni que puedan deslucir la ceremonia del destino o la escena de la tragicomedia que vamos a protagonizar.
La ciudad se ha convertido en un ecosistema donde anidan los símbolos y la pasión; en las calles se respira el aroma de la entrega, se dibujan los colores de la sangre que corre por nuestros sentimientos, el sonido es inequívoco… es el alma de cada uno de nosotros quién se expresa.
Puede que sea el día que estábamos esperando celebrar o puede que sea el día que queramos olvidar…así son los sueños, a veces los odiamos y a veces los amamos pero siempre viajan con nosotros, los transporta el viento como esencia de nuestra vida.

Partimos de nuestro corazón pasando por la conciencia para llegar a nuestra identidad. Nos encontramos con nuestras emociones en su versión más adulta. Sucumbimos al dolor del silencio, a la soledad de frustración, a la decepción de la voluntad ajena, pero revalidamos como nunca en el seno de nuestro alma el sentimiento de pertenencia, el orgullo de nuestro origen y la herencia singular de nuestros valores.

Beti zurekin Athletic Club.

 
@talkhit.