Fué ayer:
...con desgana conseguir abrir los ojos, unos segundos para reconocer el estado y el espacio; se habían encendido las luces, la gente se desperezba y los bostezos eran las primeras señas de comunicación ante la asuencia de un lenguaje más sustantivo; a mi derecha la amable compañía de mi viaje, inseparable y próxima; muchas horas para compartir y conocer, para pensar y para hablar y para soñar en voz alta; más somnolienta aún que en la salida y con aspecto de buscar respuestas...;delante y detrás la perpetua sonrisa de mis chicos y los primeros sollozos, cargados de ironía para no variar...
Por la derecha, levanto la tapa que cubre la ventanilla del avión, y la vista que no por repetida deja de sorprenderme: volamos bajo un sol intenso sobre una espesa manta de nuebes; siempre que observo esa imágen, siento como el oxigeno recorre el circuito completo y llega a donde casi nunca lo hace; es sencillamente precioso!!
Una sonrisa al comprobar como definitivamente en el asiento de mi lado derecho había un ser vivo! capaz por fin de resucitar aunque con escasas voluntades, dicho sea de paso; por delante el incansable "Spanish famous singer" haciendo de las suyas, que no es otra cosa que "pinchar" a todo el que se mueve con el bisturí de la ironía castiza; Ahora sí, ya somos los que estamos y estamos los que fuimos.
El avión comienza a descender y debajo de aquella manta de nubes, hay un día demasiado gris para recibir al innumerable elenco de emociones con que viajamos despues de todo lo vivido; lluvia, frio y caras de no aceptar lo que no es negociable. Pareciera que arriba quedara la alegría, las ganas, la voluntad, la pasión, los sueños, el alma, la sofisticación, la calma, la presunción...y debajo se albergara el letargo, los principios, la razón, la inequivoca evidencia, la aflición, la constatación, el enclave.
Así retrato el estado de las emociones
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