…suena el despertador; son las 6:30 am…no puede ser!! Seguro? Pues sí; estoy en la ciudad dónde vine a la vida; no ha amanecido y amenaza lluvia; me cuesta desperezarme; he dormido apenas 6 horas; el viaje en tren fue menos pesado que en coche pero lo que se dice ayudar antes de una paliza como me espera, ayuda poco…; me estiro como puedo y ahora sí… arriba chaval que ya no es tiempo de arrepentirse…
Asiertxu duerme como un campeón, éste sí que sabe!!!
Me pongo la indumentaria; demasiada ropa quizás para llevarla encima sí llueve durante tanto tiempo…pero hace frío y aunque soy del norte y me he criado bajo la lluvia, a mi lo que me pone es el calor y el solecito por la mañana.
Salgo a la calle camino de Anoeta a recoger el dorsal y el chip para la carrera; ya veo algún otro korrikolari en los aledaños del estadio, aunque lo que más veo es gente joven que no se ha acostado y se les nota que se lo están pasando pipa…que envidia chicos, lo reconozco por un momento me cambiaría… aunque eso, “ya no toca” ; creo que me deja peor rastro un noche de mambo que un paseíto como el que me voy a dar…
Anoeta, jejejeje! Aupa el Athletic! Lo siento, no lo puedo remediar!! La verdad es que de “puertas para dentro” siempre quiero que le vaya bien a la Real.
Vuelta con el dorsal y la bolsa del corredor este año muy pobre dicho sea de paso y a desayunar como un campeón; esta es una de las bondades de la preparación para un gran esfuerzo…
Nueve menos algunos minutos,… la Avda. de Madrid llena de ya de sufridores; muchos colores, casi todos han optado por protegerse del frío; veo a tres que van a correr casi sin ropa tapándose lo justo… luego en la carrera descubrí que eran americanos. El presentador DJ se afana en levantar el ánimo de los corredores y acompañantes; una pantalla gigante y muchas cámaras reflejan el ambiente nítidamente; no cesamos de mirar al cielo; gris y frío de momento no se asoma el txirimiri; se acerca la hora, suena con mucha fuerza ACDC por los altavoces, “highway to hell”, no podría encontrar mejor arranque…pistoletazo y “aurrera multilak”.
Los primeros kilómetros de una marathon son siempre iguales; buscas tu sitio, calculas tu ritmo y lo configuras en el cuadro de mando para poder mantenerlo lo más lejos posible; evitas a la gente que a esas alturas vamos muy pegaditos; primeras calles, los más madrugadores ya están en la calle animando; ahora todo es bonito, no hay sufrimiento y lo que uno trata es de visualizar en la mente la carrera, confiar que no habrá problemas y despejar de la vista los carteles que indican el km por el que pasamos, más que nada para evitar la resta y no empezar a impacientarse.
A la altura de Kursal, en pleno barrio de Gros y justo en la primera de las muchas visitas que haremos a la ventana por donde se asoma el Mar Cantábrico, empieza a llover; no es fuerte, pero incordia mucho. Nos acompañará algunos kilómetros pero va a respetarnos; no quiso demostrarnos se las gasta cuando quiere por los dominios de La Bella Easo.
Durante una prueba de estas características hay tiempo para todo; no quiero martirizar a quien vaya a compartir estas reflexiones, con todos los asuntos para los que he tenido tiempo de pensar y repensar; hasta que llega el momento…. El diablo aparece en forma de “muro”… unido a los primeros dolores, a los síntomas lógicos de cansancio…uno se pregunta… ¿Qué narices hago aquí? … lo siento queridos, no hay respuesta, al menos una que alivie la carga de insensatez que nos va a acompañar hasta casi la puerta del estadio.
Por fin, los carteles empiezan por 4, uff. ¡!.que de adrenalina empieza a aparecer por todos los lados; la gente anima y todos te recuerdan que ya está, que lo hemos vuelto a hacer!!! Y es verdad porque veo el estadio de Anoeta; Me duele todo y mucho, pero increíblemente me encuentro mejor que en otras ocasiones; he guardado mucho durante toda la prueba; lógicamente el tiempo no es bueno respecto a las últimas pero tampoco la he preparado por lo que estoy más que satisfecho. Entramos al estadio, el primer recuerdo siempre me hace mirar al cielo y señalar con el dedo índice para darle agradecerla tanto… y sobre todo que me haya vuelto a acompañar.
Un tipo que no conozco de nada, justo al pasar la meta, se me abraza llorando; esto justifica todo lo que hemos sufrido, levitas sobre el cansancio y recuperas todo el oxigeno que has dejado casi durante cuatro horas…
Es mi 14ª Marathon; siempre pienso que la ultima ha sido mejor que las anteriores; la verdad es que me da igual…
No he retratado una carrera de fondo; para mi esto es mucho más; es como quiero sentirme, como quiero me recuerden: perseverante y comprometido hasta el final; activista del esfuerzo como medio y de los sueños como fin. En lucha con el conformismo y con la autocomplacencia, seguro de lo que busco y mucho de visionario, claro está; siempre que he llegado a ella es porque cuando empecé, me vi llegando a la meta, disfrutando de haberlo logrado, sí no para que lo he perseguido, no?
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